Diferencia vital
DIFERENCIA VITAL
Por: César Daniel Delgado
En muchos aspectos,
todos somos distintos.
Percibimos el entorno
subjetivamente,
Creemos en ideas
diferentes,
Pensamos bajo
paradigmas diversos,
Actuamos como mejor
nos apetece,
Adherimos a valores
interpretados a nuestro beneficio.
¿Y qué decir de lo más
mundano?
Hasta nuestra
apariencia es única, irrepetible.
Una gama de colores
pinta nuestras pieles,
Una miríada de
texturas adorna nuestros cabellos,
Millones de formas
esculpen nuestras figuras,
Lenguas propias
abundan entre iguales.
¿Por qué insistimos en
considerarnos iguales?
Lo único que
compartimos es el conflicto.
Por fuera y por dentro
somos diferentes.
¿Somos iguales, en
verdad y en apariencia?
Si así fuera, las
batallas no existirían en la Tierra,
La diferencia es el
principio de toda guerra,
Aquel estado perenne
que nos acompaña,
A nosotros, a nuestros
abuelos y a sus abuelos.
El libro de la
historia, pesado y con capítulos repetidos,
Puede abrirse
azarosamente en cualquier página,
Siempre encontraremos líneas
de sangre,
Frases de violencia,
párrafos de ambición,
Letras de dolor,
relatos de opresión,
Esfuerzos destructores
para perpetrar la paridad.
Esa búsqueda inútil,
fratricida, inentendible,
Esa aventura malévola
por obligar a que los demás sean como yo,
Esa señoras y señores,
es la madre y también el padre de todos los males.
Porque la diversidad
de cuerpo y alma es reflejo de la naturaleza,
Que tiene agua,
tierra, viento,
Que tiene mar, páramo,
nieve, desierto,
Que alberga ballenas,
elefantes, hormigas, flores,
Y vive en total
armonía, con balance y bienestar.
Un factor desequilibra
esta balanza perfecta,
El humano despiadado,
frío, insolente,
Que ataca lo no
conocido, lo que no entiende,
Es decir, que acaba
todo, que acaba con el mundo.
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